En Software Santa Fe investigamos nuevas maneras de acercar los programas a sus usuarios.
Ahora mismo estoy usando un pequeño CRM con administración de objetivos que en algún momento se convertirá en producto. Nació como una aplicación WinForms (cliente rico) creada sobre un andamiaje que después fuimos extendiendo.
El punto fundamental fue separar correctamente las capas de la aplicación y, utilizando viejos y probados patrones de diseño, separar la lógica de navegación, de las modificaciones al modelo.
Siguiente parada: la Web
La primera extensión, la más natural, era llevar la misma aplicación a un entorno Web. Que sea accesible sin descargar nada, desde cualquier navegador que tenga la posibilidad de conectarse al servicio de la aplicación.
La Web permite también la posibilidad de interactuar con contenidos en otros servidores a través de la magia de los hipervínculos, para traer información de diversas fuentes.
Trabajando de manera ordenada y con un marco de trabajo (framework) que provee los fundamentos de interfaz, más las facilidades excepcionales que nos da la plataforma .NET 3.5, fue posible crear una aplicación Web sin modificar ni un punto y coma en el producto inicial.
Volver al futuro
Ya teníamos dos interfaces para el mismo producto. ¿Por qué no continuar la extensión del proyecto y verificar que realmente podíamos generar una independencia entre la aplicación y la forma en que se muestra al usuario?
La mínima forma de interacción con el usuario que conocemos, es la consola: negra ventana donde cada letra se acomoda en su lugar de la grilla, y un cursor titila esperando poder cumplir nuestros deseos.
De nuevo sin modificaciones al programa principal, hicimos funcionar una aplicación moderna (que interactúa con servicios Web, maneja mapas y etiquetas sociales) en una ventana de caracteres.
Hable con ella
Todavía hay más. No contentos con tres formas de comunicarnos con el mismo programa, avanzamos todavía un paso.
Quienes nos dedicamos a las ventas sabemos que es imperativo tener siempre disponible nuestra información. Domicilios y teléfonos de nuestros contactos, características de los productos que llevamos en el portafolios, disponibilidades y avances de proyecto son el combustible que nos permite movernos en el ambiente natural: fuera de la empresa.
Las aplicaciones Web son fantásticas para llevar datos hasta los confines. Pero ¿qué pasa si el tiempo apremia y no me puedo permitir pasear por menúes gráficos? Una alternativa es la mensajería instantánea.
La experiencia de poner nuestro CRM a conversar con mensajería instantánea fue fundamental para mí, y es el motivo de este artículo.
Hoy puedo consultar un teléfono, conocer el estado de mis objetivos e informar a medida que los voy cumpliendo, de una manera tan sencilla como conversar con un colega.